Las Naciones Unidas han declarado 2013 como Año Internacional de cooperación en la esfera del agua, algo que hace que el Día Mundial del Agua, que se celebra hoy 22 de marzo tenga una consideración aún más importante que en otras ocasiones.
Desde la ONU se subraya la importancia del agua como recurso estratégico en la lucha contra la pobreza, ya que su escasez es causante de ésta. Asimismo, las Naciones Unidas afirman que el agua es fundamental para "superar tensiones culturales, políticas y sociales", ya que su carestía puede ser fuente de conflicto entre grupos de personas.
LA HUELLA HÍDRICA O HUELLA DE AGUA se define como el volumen total de agua dulce usado para producir los bienes y servicios producidos por una empresa, o consumidos por un individuo o comunidad.
El uso de agua se mide en el volumen de agua consumida, evaporada o contaminada, ya sea por unidad de tiempo para individuos y comunidades, o por unidad de masa para empresas.
La huella de agua se puede calcular para cualquier grupo definido de consumidores (por ejemplo, individuos, familias, pueblos, ciudades, provincias, estados o naciones) o productores (por ejemplo, organismos públicos, empresas privadas o el sector económico). La huella de agua es un indicador geográfico explícito, que no solo muestra volúmenes de uso y contaminación de agua, sino también las ubicaciones. Sin embargo, la huella de agua no proporciona información sobre cómo el agua consumida afecta positiva o negativamente a los recursos locales de agua, los ecosistemas y los medios de subsistencia.
EL ESTRÉS HÍDRICO es un fenómeno cada vez más extendido que provoca un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad (acuíferos sobreexplotados, ríos secos, lagos contaminados) y de calidad (eutrofización, contaminación de la materia orgánica, intrusión salina).
Sucede cuando la demanda de agua es más grande que la cantidad disponible durante un periodo determinado de tiempo o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad. Gran parte de España registra un elevado riesgo de sufrir un deterioro de la cantidad y calidad del agua, teniendo en cuenta que la demanda de agua en España entre 1975 y 2006 ha aumentado entre el 50% y el 70%.
Aquí os dejamos algunos enlaces sobre la huella hídrica y el estrés hidrico
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